Y se abrieron las puertas del cielo, o debería decir el telón, y santa Cristina de los actores me dijo: “Eres digna y merecedora (¿o mecedora?) de estar en presencia de Chávez todopoderoso. Él evaluará tus méritos para entrar en el reino sublime del arte universal” Para los que no están puestos en Teología teatral: tengo una entrevista, por fin, para hacer el curso con Julio Chávez. ¡Ay! Me pondré a rezar doctrinas de Stanislavsky… Me integro.
Buenos Aires es mi gran gincana donde me paso el día buscando: direcciones, paradas de colectivos, un lugar para hacerme fotos de carné, dónde imprimo tarjetas?, dónde cambio dinero?, dónde lavo la ropa?… A la deriva me derivo.
Me integro en la noche de las librerías. Cortan el tráfico en Corrientes y las librerías abren hasta las 2am. Hay minicarpas o tenderetes con juegos como en una feria. Lo mejor es que son como de otra época. No hay tómbolas ni música. Un puestecillo es tiro de pelotas a las botellas, en plan mesa con botellas y muchacha con cesta de pelotas. Otro es una competición a lo Trivial con un señor leyendo preguntas en voz alta, ¡que acierte quien pueda! Un gran tablero de ajedrez de 3x3m se despliega en el suelo poblado por piezas del tamaño de los enanos de jardín. Varias mesitas forman la sección de competición de Scrabble. Un panel de madera tiene varias láminas con signos de interrogación como en algún concurso de la tele pero de estilo casi medieval, por lo rudimentario, digo. Y sofás blancos en medio de la calle! Y en las librerías parece que regalan los libros.
Me derivo en los bancos. Abren a las 10 y ya hay que hacer colas. La gente tiene que ir allí para cambiar billetes en monedas, pues aquí no subes a un autobús si no tienes monedas y nadie te cambia porque, palabras textuales, “son oro, o-ro” Y no sé qué más hay que hacer en los bancos pero parece la cola del racionamiento.
Un señor en coche recién llegado de provincias con aire despistado se para y me pregunta: “Perdone señorita, no soy de aquí. ¿Cómo llego a la avenida Córdoba?” Y yo, resuelta, con acento remarcadamente español, le indico. Tome la primera a la derecha que es de bajada, a 4 cuadras se encuentra con Scalabrini Ortiz, la calle grande por donde pasan todos los colectivos, gire a la derecha y en 6 cuadras va a llegar a Córdoba” ¡Toma ya! ¡Que parezco porteña y tó! Me integro, me integro muy bien y dejo a los señores a cuadros, ¡ja!
Besos matemáticos