¿Qué será de mi? ¡Pobres míos!

No me quiero imaginar lo que seré yo cuando me den el María Guerrero o el Oscar. Una ametralladora de información, mails, comentarios en Facebook… Abriré 7 blogs, publicaré en los periódicos, os enviaré fotos de mis uñas cortadas de los pies… no sé. Si ahora, que sólo tengo un estreno, me ha dado este ataque comunicador, cuando llegue el premio Tony de Broadway no me va a aguantar ni mi cactus.

Os pido disculpas por la avalancha, por el ataque de egocentrismo y por todo el tiempo que os he robado como si lo más importante del mundo fuera el estreno, mi estreno. ¿Será una maniobra mediática para que os olvidéis de la crisis, los robos de la nobleza y los recortes de Rajoy? ¿Será por eso que nos han programado la obra en Av. Corrientes? ¿Para despistar?

Pues no penséis más en mi que, total, si sale mal el estreno, los planetas seguirán girando; y además: no soy cirujana, si la obra es un desastre, no morirá nadie.

Besos teatrales, claro.